¡Qué increíbles son los alimentos provenientes del mar! Qué sabor, qué textura y qué valor nutricional. Cuando uno tiene todos estos factores en cuenta, entiende finalmente por qué se tiene en tanta estima esas recetas que implican algún producto marino. Y claro que entre esos productos, hay que destacar las propiedades de la sardina.
Un tipo de pez bastante infravalorado; pero que se puede considerar incluso como uno de los alimentos más nutritivos de su tipo. ¿No lo crees? ¿Necesitas pruebas? Pues lee atentamente la siguiente información, ya que seguro te sorprenderás.
¿Qué es la sardina?
La sardina, también conocida como arenque, es un tipo de pescado azul característico de la primavera y del verano. No solo resalta por su increíble sabor, sino también por su versatilidad de preparación. En escabeche, asada, frita, al horno, incluso a la parrilla; dicho de forma simple, se puede preparar de cualquier forma imaginable. Este pescado, puede hacer de plato principal o solo de guarnición. De igual forma, se suelen enlatar con aceite de oliva o similares, para mantenerlas en conservación por largas cantidades de tiempo.
¿Cuáles son las propiedades de la sardina?
Las sardinas son altamente ricas en proteínas de valor biológico. Destacan, sobre todo, por ser una de las mayores fuentes naturales de Omega 3; un tipo de ácido graso poliinsaturados, que contribuye a la disminución del colesterol y de los triglicéridos. Poseen además, nutrientes y minerales variados, en los que destaca el fósforo. Y claro está que también tiene cierto nivel vitamínico. Entre estas vitaminas se encuentran las siguientes: vitamina B12, B6, A, D y C. Sin duda, estas son propiedades de la sardina a tener en cuenta.
¿Qué beneficios aporta la sardina?
Puede que no lo hayas notado, pero todas las facultades de la sardina, pueden ayudar al cuerpo humano incluso a combatir enfermedades típicas de la sangre, como la diabetes.Esto es debido a que las proteínas de la sardina no afectan para nada los niveles de azúcar en la sangre.
Por si fuera poco, los expertos en nutrición, afirman que el consumo de sardina puede tener efectos antiinflamatorios y antioxidantes en el cuerpo humano, y que a diferencia de otros tipos de pescado azul, su contenido de mercurio (elemento químico que puede llegar a causar envenenamiento) es bastante bajo.
Se dice por ahí, que incluso las sardinas tienen efectos antidepresivos en quien la consume. Esto debido a las grasas poliinsaturadas, que se dice, afectan y mejoran indirectamente, ciertas funciones cerebrales. Esto se traduce a su vez, en una ayuda contra los trastornos mentales.
Los peligros de la sardina
Sí, las probabilidades de que sufras un envenenamiento por mercurio al comer sardinas son bastante bajas, pero lamentablemente, no es el único peligro que nos acecha cuando consumimos este peculiar alimento. Se sabe bien, por ejemplo, que en las sardinas se suelen encontrar microplásticos; partículas invisibles que afectan sobre todo, a esos peces más pequeños.
La mala noticia es, que no existe una forma casera con la que una persona promedio pueda averiguar si su sardina tiene microplásticos o no, pero la buena noticia es que no la necesita. En general, las sardinas ya procesadas están totalmente limpias, sobre todo las enlatadas. Incluso destacan por poseer las mismas propiedades que las sardinas regulares, pero aún más potenciadas. Por lo que sí, se recomienda que preferiblemente se compren y se consuman las sardinas enlatadas. Son, ante todo pronóstico, un ganar-ganar.
Aunque también hay que decir, que el consumo regular de sardina, aumenta significativamente los niveles de colesterol del consumidor. Recuerda, todo alimento natural es sano siempre que se consuma con responsabilidad. Así que los expertos recomiendan comer pescado un máximo de tres veces por semana, ya que superar este límite puede afectar negativamente la salud. ¿Conocías estas propiedades de la sardina?
¿Cómo diferenciar una sardina buena de una mala?
Tal como se ha dado a entender, no todas las sardinas son poseedoras de estas propiedades benéficas. Igual que con cualquier otro alimento, hay sardinas de calidad y sardinas no tan buenas. Las sardinas de calidad destacan por su rigidez y por la ausencia de manchas y marcas de sangre. A su vez, sus ojos brillan como cristal recién pulido.
También vale la pena fijarse en el olor de la sardina. Debería ser suave y poco pronunciado. Si llegas a detectar un olor muy fuerte tómalo como una mala señal.
Ahora ya conoces algunas de las propiedades de la sardina y todo lo que te pueden aportar. ¿Qué opinas sobre este pescado?